En las últimas semanas, se puso en funcionamiento la balanza para pesar la carga de los
camiones, la cual fue renovada completamente luego de varios años sin funcionar, con innovación
en sus sensores, nuevos comandos para su manejo y un sistema de software de última generación
con certificación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) que logra entregar
información fidedigna de manera más rápida y eficaz.
La báscula permite trabajar con una capacidad máxima de 200 mil kilos, aunque por medidas de
seguridad opera con rangos cercanos a las 45 toneladas. Además, la misma es operada por mano de
obra local, apostando siempre a que el trabajo de la ZFZ quede en manos de los zapalinos.
La balanza brinda servicio a los camiones que transitan desde las 7 hasta las 17 horas por la
Zona Primaria Aduanera, ubicada a menos de 100 metros de distancia. Actualmente, y a pesar de
la pandemia, ya son numerosos la cantidad de transportistas que la utilizan, rondando los 30
camiones por día, quienes aprovechan la cercanía y la facilidad que brinda a las operaciones
aduaneras, reduciendo tiempos y costos de transporte, evitando el desplazamiento hacia otros
centros urbanos para pesar la carga.
Además, recientemente se ha inaugurado un restaurante con el fin de entregar un mejor servicio
a quienes se deben movilizar por la zona. El mismo cuenta con una renovación absoluta que
incluye cocina, mobiliario, decoración y parquización en un jardín que se está ampliando.
Asimismo, se realizó una transformación absoluta en baños y duchas, tanto para hombres como
para mujeres.
En este sentido, Fernando Montero, CEO de Zona Franca, dijo que “el lugar ya tiene vida propia,
se está generando una ciudad miniatura al lado de otra ciudad. Además todo está cerca, Zapala
tiene un Hospital de primer nivel, bancos, infraestructura en general, gente súper capacitada y
a todo esto se le suma que la mano de obra contratada es gente del lugar. La ZFZ ya es una
realidad”.
Montero agregó que “este espacio le brinda a la provincia una posición favorecida frente al
resto de las provincias. No hay una Zona Franca como esta en términos geográficos”.
Las zonas francas son espacios en los cuales la mercadería no es sometida al control habitual
del servicio aduanero, según indica la AFIP. Allí, la importación y la exportación no están
gravadas ni alcanzadas por prohibiciones: lo que se busca es fomentar el comercio y la
industria exportadora mediante la simplificación de procesos y el otorgamiento de incentivos
fiscales.
Están ubicadas en áreas puntuales que lo requieran por ser fronterizas o por su situación
económica. Su funcionamiento se conviene entre Nación y los gobiernos provinciales.
La explotación puede ser de privada o mixta y debe ser ofrecida por licitación pública,
nacional o internacional. Las obras son realizadas por el concesionario.
