El intendente Horacio Quiroga distinguió a los dos mejores estudiantes de la ciudad. Los jóvenes, que terminaron el secundario en 2016, fueron los promedios más altos entre todos los alumnos de quinto y sexto año de la capital.
Los homenajeados fueron Lautaro Bugner que tuvo un promedio de 10 y Pascual Gualtieri que terminó con un promedio de 9.85, ambos del colegio Don Bosco, amigos y que hoy ya están en la Universidad siguiendo las carreras de biotecnología e ingeniería mecánica, respectivamente.
“Lo de Lautaro y Pascual es una ola de optimismo que nos dan. Hay que incursionar en el conocimiento, el beneficio social de la acción de una persona formada e instruída independientemente de lo que siginfica en su progreso personal, es lo que hace a las grandes naciones, y hay apoyar la excelencia”, dijo Quiroga.
“Me llena de orgullo ser parte de este reconocimiento a estos jóvenes que aprovecharon la oportunidad, que la familia lo apoyó y que escucharon al docente”, dijo Quiroga y quien luego agregó “felicito a la familia, y ojalá podamos tener muchos jóvenes como estos, porque estos son los referentes, tienen que ser los referentes sociales de Neuquén”.
Sobre el tema, el secretario de Economía y Hacienda, José Luis Artaza, recordó que se trata de un premio establecido por ordenanza que se da todos los años, y “este es el estimulo al compromiso, perserverancia, estudio. Un reconocimeinto a la superación, a que buscaron el máximo rendimiento.
“Los dos han sido alumnos excelentes y sabemos que vamos a tener profesionales en el corto plazo con compromiso y dedicación para mejorar nuestra calidad profesional en la provincia”, agregó Artaza.
En sintonía opinó el presidente del Concejo Deliberante, David Schlereth, “todo lo que podamos hacer desde el estado para fomentar este tipo de reconocimiento sirve y mucho”. “En los últimos años en Argentina se vino a menos la exigencia, el tiempo y el esfuerzo que la comunidad educativa invierte es ver de qué forma los chicos no dejan de ir a la escuela. Sería muy difícil proyectarnos al futuro si nos conformamos solo con esto”.
“El ejemplo de los chicos es lo que tenemos que volver a ser y no perder de vista, que la escuela, la familia y la sociedad podamos ser capaces que las nuevas generaciones no solo vayan a la escuela sino que se e eduquen y puedan superarse a si mismos”, agregó Schlereth.
Contento con el reconocimiento, Lautaro contó que cuando empezó el colegio secundario “siempre un entorno favorable para estudiar, al principio me estresaba un poco porque siempre quise tirar a la excelencia. Después descubrí que no hay que estresarse sino hacerlo con tranquilidad, ahora estoy estudiando biotecnología y voy bien. No hay que contentarse con poco, hay que estirar el límite de cada uno y esforzarse todos los días”.
Pascual, contó que siempre hizo “lo mejor posible, tratando de buscar el equilibrio, ni la joda, ni estresarse, sino dando lo máximo de cada uno”, dijo y agregó “esto una alegria personal y comunitaria porque la estoy compartiendo con un buen amigo”.
El premio entregado es una beca equivalente al 50 por ciento del salario básico de la mínima categoría del escalafón municipal a abonarse mensualmente durante un período de diez meses a partir del mes siguiente de la premiación.