Tres integrantes de la comunidad Winkul Nehuén están acusados de tentativa de homicidio de una oficial de Justicia. En el jurado también hay miembros de pueblos originarios.
Se puso en marcha ayer en esta ciudad el juicio por jurados contra los tres integrantes de la comunidad mapuche Winkul Nehuén acusados de atacar a la oficial de justicia Verónica Pelayes. La víctima no asistirá a las audiencias hasta que llegue su turno de declarar como testigo, en la última jornada.
Con los alegatos de apertura de cada parte y los primeros testimonios comenzó el debate que se extenderá a lo largo de dos semanas en una globa instalada en el patio del edificio de Tribunales.
Detrás de sus abogados, la principal acusada, Carol Soae (Relmu Ñanco) y los coimputados Velázquez Maliqueo y Raín. (Fotos: Marcelo Mercado)
Una inédita cantidad de policías custodió desde temprano el ingreso a la carpa donde se desarrolla el juicio. Además, se montó un vallado en las principales arterias adyacentes al predio.
Integrantes de comunidades mapuches de la zona instalaron su propia carpa en las inmediaciones y anunciaron que se quedarán allí en solidaridad con los acusados, Carol Soae (Relmu Ñanco), Martín Velázquez Maliqueo y Mauricio Raín.
En el arranque de los alegatos la fiscal Sandra González Taboada, quien acusa a Soae por el delito de “tentativa de homicidio”, explicó el hecho ante los integrantes del jurado, integrado en un cincuenta por ciento por integrantes de pueblos originarios.
Indicó que el 28 de diciembre de 2012 Pelayes fue presionada por sus superiores para acudir al paraje Portezuelo con el fin de notificar a la comunidad Wiunkul Nehuén de una orden de la jueza Ivonne San Martín de no entorpecer el paso de las máquinas de la empresa Apache. Relató que la víctima recibió todo tipo de insultos y cuando intentaba retirarse del lugar en compañía de su hijo de 18 años recibió una lluvia de piedras sobre su vehículo. “Carol Soae se acercó a la ventanilla y desde allí le arrojó una piedra de gran tamaño que le produjo lesiones gravísimas en el rostro a Pelayes”, graficó.
Su teoría de las hechos fue compartida por el abogado de la víctima, Julián Álvarez.
La réplica quedó en manos del defensor Darío Kosovsky, quien arrancó diciendo que “nadie quiso matar a Verónica Pelayes”. “No vamos a negar que los integrantes de la comunidad tiraron piedras, pero no con la intención de lastimar”, enfatizó.
El letrado, quien comparte la defensa de los imputados con el abogado Emanuel Alfredo Roa Moreno, destacó que los Winkul Nehuén se encontraban especialmente sensibles porque el día anterior habían sepultado a una bebé que nació con malformaciones “producto de la contaminación ambiental”.
“Les pido que se saquen las anteojeras y vean el contexto en el que ocurrieron los hechos. Esta comunidad sufre a diario por los derrames y el accionar de las empresas que sólo dejan contaminación en sus casas”, sostuvo ante el jurado popular.
El gremio judicial neuquino siguió de cerca el debate y su titular, Claudio Alejandro Salazar, sostuvo que “la única víctima de este hecho es nuestra compañera Verónica Pelayes. Existen varias responsabilidades en este caso. Una es la responsabilidad penal que se está juzgando. Otra es la responsabilidad administrativa de las funcionarias que obligaron a nuestra compañera a realizar una diligencias en un lugar descampado, en total desprotección, atendiendo al pedido del abogado de una petrolera. Otra responsabilidad institucional es la que involucra al Poder Judicial que rápidamente archivó el sumario de las funcionarias judiciales”.
Fuente: Diario Rio Negro Agencia Zapala
Fotos: Marcelo Mercado
