Perpetua para policía por un crimen “alevoso”

Juicio MontecinoFue en Las Lajas. La víctima dormía cuando le disparó. La defensa apeló y el imputado sigue en libertad. Roberto Zúñiga (al centro) fue condenado por homicidio doblemente agravado. Su hijo y su amigo fueron absueltos por el jurado.

Roberto Zúñiga, el policía al que un jurado popular de esta ciudad declaró culpable del asesinato del obrero Julio Montecino, fue condenado a prisión perpetua durante la audiencia de cesura encabezada ayer por el juez Mario Tomasi. La defensa presentó un recurso de apelación y el expediente pasó al Tribunal de Impugnación, que resolverá el planteo el próximo 23 de noviembre. Como la sentencia no está firme, el imputado permanece en libertad.

El efectivo policial fue hallado culpable del delito de “homicidio agravado por alevosía y uso de arma de fuego” por el jurado, en una votación que terminó 11 a 1. Con esa calificación el juez aplicó la única pena posible según el Código Penal: prisión perpetua. Un hijo del efectivo, Cristian Zúñiga, y un amigo, Néstor Cid, fueron absueltos en el primer juicio.

Emitida la decisión de Tomasi la defensa de Zúñiga planteó inmediatamente una apelación, alegando el carácter “inconstitucional” de la pena de prisión perpetua, al tiempo que también habría cuestionado las instrucciones que se le dieron a los integrantes del jurados para la deliberación. La resolución quedará ahora en manos del Tribunal de Impugnaciones y en caso de ratificarse la condena, Zúñiga debería ser detenido.

El crimen ocurrió en la madrugada del 9 de mayo pasado en Las Lajas y todo comenzó alrededor de las 3 dentro de un bar. La víctima, que estaba alcoholizada, discutió con Cid y el dueño del local los echó a ambos. Afuera la discusión siguió entre Montecino y un grupo de tres personas que lo acompañaba, por un lado, y Cid junto con Marcos y Roberto Zúñiga, por el otro. Se insultaron y se agredieron con golpes y en esa refriega Montecino hirió en una mano a Marcos, quien tuvo que ser asistido en el hospital lajeño.

Luego, alrededor de las 6, los tres imputados fueron hasta la casa de Montecino, en la calle avenida del Trabajador, en una VW Amarok. Según dio por probado el jurado, Zúñiga bajó, forzó la puerta principal y buscó a Montecino, que dormía sobre su cama. Entonces le disparó tres veces con su arma reglamentaria calibre 9 mm y Montecino murió en el acto. Según estableció la autopsia, la víctima falleció por un shock hipovolémica. Los peritos revelaron que había consumido tantas bebidas que estaba al borde un coma alcohólico, por lo que era imposible que pudiera intentar defenderse. El arma utilizada fue hallada al día siguiente, semienterrada, en la casa de la madre de Zúñiga.

Fuente: Diario Rio Negro 

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