Las expectativas que hay en torno a la Fiesta de la Confluencia no son pocas. Desde el Ejecutivo municipal esperan alcanzar hoy, la última noche, el récord de casi un millón de visitantes (en 2020 se llegó a 500.000 personas durante los cuatro días).
Las cifras de los primeros tres días les permiten aseguran que el número no es descabellado. El miércoles ingresaron 180.000 turistas y neuquinos, el jueves fueron 200.000 y el viernes otros 250.000. Ayer por la noche, con la presentación de Kapanga, Lit Killah y Mau y Ricky en el escenario mayor, ya se hablaba de una cifra que se superaba ampliamente la convocatoria del viernes.
Las temperaturas entre 28 y 25 grados centígrados permitieron estar a gusto en el predio de la isla 132, a la vera del río Limay.
La proximidad del balneario Río Grande y otros espacios de recreación junto al río, fueron la excusa perfecta para pasar por la fiesta antes de regresar a casa. Las ojotas fueron reemplazadas por zapas cómodas y una campera para mitigar la fresca brisa y a esperar los artistas.
Los puestos de artesanos y productores, tuvieron su “tarde”, abrieron su oferta con productos en madera, hilo, tela, plata y hierro. Mientras que los stand de emprendedores ofrecen una amplia variedad de frutos elaborados, dulces, escabeches de verduras y carnes, todo con el debido control bromatológico.
Cuando la noche ya estaba anunciando que algo grande sucedería en el escenario principal, los jóvenes colmaron los puestos de bebidas para algo refrescante o para incursionar en aquellos tragos que los barman ofrecían a precios de entre 500 y 900 pesos.
Los superpanchos, hamburguesas, sandwiches veganos o vegetarianos y las papas fritas con queso cheddar vinieron de diez para recuperar energías.
Para los más pequeños de la familia, la alegría también estuvo garantizada. Además de los espectáculos gratuitos que se realizaron para ellos, al costado de la carpa infantil se dispuso de un pequeño parque de diversiones. Las sillas voladoras, un inquieto samba, inflables y hamacas fueron los preferidos de los pequeños. Muchos de ellos disfrutaron también, del sector deportivo con la pita de BMX, una de las más propuestas más convocantes.
Después de eso, todo pasó por el escenario mayor de la Confluencia con los artistas que no se hicieron esperar.
Camino a ser declarada nacional
Tal como lo adelantó el intendente Mariano Gaido a RÍO NEGRO, el próximo año la Fiesta de la Confluencia sumará un día más. Pero además, en 2023 se cumplirán las 10 ediciones y podría ser denominada un evento nacional.
Uno de los requisitos para que el Congreso de la Nación le de esa categoría es que la fiesta se haya realizado 10 años seguidos. Para esto desde el Ejecutivo municipal está elaborando el proyecto de ley para ser presentado en la Cámara de Diputados.
La fiesta de la ciudad de Neuquén se creó en 2010 mediante la ordenanza 11.947, sancionada durante la intendencia de Martín Farizano. En 2013 se realizó la primera edición en la isla 132.
Tres años después, la Legislatura de Neuquén aprobó la ley 3.048 que le otorgada a la Confluencia el carácter de fiesta provincial. Se empezó entonces a soñar con nacionalizarla.
La gestión del intendente Horacio Quiroga presentó el pedido formal en el Congreso, pero al no reunir uno de los requisitos importantes, el proyecto pasó al olvido.
Otra de la condiciones que se exigen es que no exista ninguna similar o de igual denominación en el lugar de origen.
Fuente: www.rionegro.com.ar
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