Se inició luego de que una mujer de nacionalidad italiana de unos 50 años, que había estado en cuarentena en Buenos Aires, comenzara a toser prolongadamente. Los pasajeros que se trasladaban en el mismo avión de Aerolíneas Argentinas lo informaron. Una ambulancia privada se acercó hasta la puerta del avión para trasladar a la mujer hasta el nosocomio local.
Tenía fiebre y tos. La gente estaba muy asustada. Tiraron Lisoform en todos lados. Los
extranjeros, muchos norteamericanos, estaban sentados adelante del avión y los
argentinos más hacia atrás”, afirmó una médica que arribó en ese mismo vuelo.
Varios pasajeros y el personal de las líneas aéreas circulaban por el aeropuerto local
con barbijos, al igual que la Policía de Seguridad Aeroportuaria que llevaba también
guantes de látex.
Asimismo, los pasajeros que viajaban cerca de ella fueron puestos en cuarentena.
