El trabajo conjunto de referentes del Gobierno provincial y de la Comunidad Campo Maripe manifiesta cambios fructíferos en las 42 hectáreas cultivadas.
Ya se ven los resultados del trabajo agrícola que lleva adelante el gobierno provincial junto a la comunidad Campo Maripe en Añelo. El proyecto surgió con la intención de cultivar alfalfa para con uso propio en una superficie de 42 hectáreas bajo riego.
La iniciativa fue impulsada por la Fundación YPF, que contrató a la Corporación Forestal Neuquina (Corfone) para la ejecución de las obras, la implantación de pasturas, capacitación de la comunidad y primera siembra que se efectuó con cebada, que posteriormente será reemplazada por alfalfa.
Su desarrollo comprendió la construcción de un canal de riego secundario de más de tres kilómetros para beneficio de la comunidad mapuche, que cuenta actualmente con 84 miembros (algunos asentados en dicho loteo) y de vecinos que colindan con el dominio de riego de dicho canal.
El acercamiento entre esta comunidad y el gobierno provincial se ha logrado mediante el acuerdo y el mutuo apoyo para lograr el avance de actividades no relacionadas a la extracción de hidrocarburos, tales como la agricultura y la ganadería, asegurando una fuente de sustentabilidad e independencia.
De esta forma, el gobierno neuquino incorpora tecnologías a los recursos que aporta YPF, con el gerenciamiento de Corfone y el acuerdo de la comunidad Beneficiaria.
En el momento de inicio de las actividades, el Lonko de la comunidad Campo Maripe, Juan Albino Campo, se mostró optimista con el proyecto “porque es muy bueno, y para la comunidad significa un gran avance ya que necesitamos pastura para nuestros animales desde hace tiempo”.
Indicó que el proyecto le s permitirá “no tener que comprar forraje, y más adelante, además de la alfalfa se podrá plantar maíz, algo que ya se está haciendo con éxito en esta misma zona y nosotros también queremos desarrollarlo”
Sistema de riego
El sistema de riego por altos caudales tiene varias ventajas como el ahorro del agua y la no utilización de energía. Las parcelas irrigables son más grandes y se maneja el campo con menos personal; se logran parámetros similares al riego por aspersión; y economiza mucho con el combustibles de las maquinas, que son de gran porte.
Este método es originario de Australia, donde experimentaron largas sequías y debieron encontrar métodos para hacer un uso más eficiente del agua.
