En conmemoración del Día Nacional de la Conciencia Ambiental, alrededor de 40 alumnos pertenecientes a dos divisiones de 4º grado de la Escuela Nº103, visitaron esta mañana el Parque Norte de la ciudad, en el marco de un cronograma de actividades diagramado por la subsecretaría de Medio Ambiente, que concluyó con una campaña de limpieza y una plantación de especies autóctonas en el lugar.
Las actividades comenzaron temprano con la visita de los estudiantes primarios al vivero Larrea, donde recibieron una charla coordinada por Juliana Lagos, para más tarde trasladarse al Centro de Interpretación Ambiental, “donde el equipo de educación ambiental concientizó a los niños en torno a la importancia de las áreas protegidas urbanas en general y de las características de Parque Norte en particular, desde una percepción ambiental, educativa y recreacional para que los alumnos conozcan la importancia de proteger el ambiente natural”, detalló la funcionaria a cargo, Silvia Gutiérrez.
También se abordaron estrategias de revalorización de residuos, para luego dar lugar a la campaña de limpieza, que constó de una caminata desde el Centro de Interpretación Ambiantal hacia la zona de restauración ecológica donde los estudiantes fueron levantando todo tipo de residuos livianos encontrados en el sector, y una vez arribados al sector de vegetación autóctona, los alumnos procedieron a la plantación de flora nativa.
“Los chicos colocaron en cada pozo un hidrogel que aumenta la capacidad del suelo para retener agua y las posibilidades de sobrevivencia de las plantas. Luego realizaron la plantación de ejemplares como jarillas, chañares brea, alpatacos y zampas, que son especies adaptables a nuestro clima y que más se ven en la barda. Se trata de variedades resistentes al cambio brusco de temperaturas, al viento y sol intensos y al estrés hídrico característicos del ambiente árido y semiárido patagónico”, explicó la subsecretaria.
Vale recordar que el Día Nacional de la Conciencia Ambiental fue declarado por Ley Nacional N° 24.605 en 1996, en memoria de siete personas fallecidas como consecuencia de un escape de gas cianhídrico ocurrido en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, el 27 de septiembre de 1993.
El gas cianhídrico se había formado en las cloacas tras combinarse ácido sulfúrico y sales de cianuro que habían sido desechadas por distintos vecinos de la zona en el sistema cloacal. Las sustancias quedaron atascadas en la alcantarilla y el gas letal formado por la mezcla de ambas sustancias peligrosas, vertidas irresponsablemente, escapó por una rejilla de la casa de la familia Guim y mató a 7 de sus integrantes en pocas horas.
