Agostina Seguel, primera competidora transgénero en los Juegos Epade

“Este viaje a La Pampa ha sido muy hermoso, me permitió aprender mucho y resulta una de las mejores experiencias de mi vida. Estoy muy contenta y no importa cómo termine la competencia, igual me siento ganadora. Así hubiese llegado la última entre todas, me sentiría ganadora igual” expresa Agustina Seguel (16 años), que entró a la historia como la primera persona transgénero que compite en los juegos Epade.

Agostina es de Zapala e integra el equipo provincial de ciclismo de Neuquén. Estaba alojada en el Motel Caldén y aceptó la entrevista después de escuchar la charla técnica de sus entrenadores. Con una sonrisa permanente y voz muy tranquila recordó sus inicios en el ciclismo. “Fue en diciembre de 2019, cuando tenía 14 años. Mi tía, que había participado en los Juegos Evita, entrenaba con mi hermana y fui para acompañarlas”.

Dos años después sería convocada para integrar el equipo de los Epade, pero el camino no resultó fácil. “Me costó un montón, por muchas razones, incluyendo que tuve que abandonar a fines de 2020, por cuestiones materiales. Junto a otras seis chicas integro el equipo de la Asociación Deportiva de Ciclismo de Zapala. En ese momento faltaban ruedas y dejé de entrenar, pero posteriormente pude volver”.

Para la primera concentración del equipo provincial ni siquiera la convocaron. “Pero para la segunda ya pude estar, aunque todas las chicas me ganaron” recordó, entre risas. Aquellos fueron días “de mucho esfuerzo, porque yo quería que la delegación neuquina de ciclismo volviera a ganar y trabajé muy duro para integrar este equipo. Y finalmente lo logré”, celebra.

“Experiencia hermosa”.

Hasta ahora, la visita a la Pampa fue “una de las experiencias más lindas de mi vida. En el viaje la pasé genial y aprendí muchas cosas de mis entrenadores. En nuestra delegación todos me tratan de forma muy natural, porque me conocieron tal y como soy. No hacen preguntas, ni están interesados en mi infancia, nada de eso”, asegura. No obstante, es consciente de que ser la primera competidora transgénero de los juegos resulta un hecho singular. “Es la primera vez que participo en esta competencia: ha sido muy agradable y me sentí muy acompañada por parte de todos”, dice.

Hace una semana, cuando subió al micro con destino a Santa Rosa, “mi mamá estaba muy nerviosa, porque es la primera vez que me alejo de Zapala sola. Ella siempre me cuidó y defendió. Y por eso estaba super nerviosa”, asegura. Su madre, dos hermanas y los “abuelos Pepe y Pancho”, son sus vínculos más importantes. “Siempre les manifesté que me sentía mujer. Al principio les costó mucho porque no era algo que estuviera hablado, ni que se esperaran, pero siempre se mantuvieron abiertos y buscaron la mejor manera de solucionar cada cosa que se presentaba. Particularmente, mi mamá siempre se mantuvo a mi lado”, contó.

“Desde muy corta edad entendí cómo piensa la mayor parte de la sociedad, que encasilla a las personas desde su genitalidad. Si bien lo entendía perfectamente, nunca me sentí cómoda y siempre lo exterioricé”. De todos modos, cuando era niña “no lo tomaban tan en serio, tal vez pensaban que con el tiempo se me pasaría, hasta que se los comuniqué seriamente. Todos en mi familia lo tomaron bien, aunque no sabían cómo sería el proceso”.

“Personas como todas”.

Una de las primeras cuestiones fue cambiar su documento de identidad. “Estaba muy emocionada, pero tuve que repetir tres veces el trámite y la última vez hasta salí mal en la foto, porque estaba enojada ya que el Registro Civil hacía mal las cosas”. Después de eso, “todo fue mejor. Conté con el acompañamiento de la Secretaría de Diversidad y Género de Zapala y, además, en mi escuela habían tenido situaciones similares y sabían abordar el tema. Ofrecieron charlas a los chicos, colocaron carteles y dieron capacitación a los docentes. Todos fueron muy respetuosos y fue una gran experiencia”.

En el futuro, Agostina pretende seguir compitiendo en ciclismo y aportar su experiencia para lograr una mayor inclusión de las personas transgénero. “Esto es bueno para visibilizar nuestro colectivo y mostrar que somos personas como todas las demás. Podemos practicar deportes, competir, hacer las cosas que hace todo el mundo y tener una vida diaria normal. Hasta ahora, siempre fuimos excluidas, estuvimos apartadas y se nos quitaron las oportiunidades”, agregó.

No obstante, muestra clara conciencia de su situación. “Sé que vivo una experiencia diferente y no represento a la generalidad de mi colectivo. La sociedad todavía mantiene muchos prejuicios hacia las mujeres y varones trans, y en mi ciudad sigue habiendo chicos y chicas que no se expresan libremente por miedo a lo que pudiera sucederles”.

Y ensaya una conclusión: “en la vida tenemos que ser pacientes, porque no todas las cosas están bajo nuestro control y eso puede afectarnos mucho. Cuando no se puede cambiar algo, hay que tener paciencia porque tarde o temprano las cosas se resuelven. Y no hay que tener miedo. Pero si igualmente aparecen los miedos, debemos enfrentarlos y tratar de superarnos”, concluye.

Preguntas medievales.

El miércoles Agostina se impuso en la prueba contrarreloj, aunque la delegación neuquina no pudo celebrar plenamente esa victoria, ante a inesperados cuestionamientos de La Pampa, Río Negro y Chubut. Delegados y entrenadores de ciclismo de esas provincias plantearon interrogantes sobre el triunfo de Seguel y alertaron sobre una eventual “ventaja deportiva” por su identidad trans. Sin ocultar su malestar, funcionarios de la delegación neuquina difundieron un informe elaborado por Sabrina Guayquil, titular de la Dirección Legal y Técnica del Ministerio de Deporte de Neuquén, explicando la situación.

El incidente no pasó desapercibido en Neuquén, y el presidente de Epade, Luis Sánchez (ex ministro de Deporte) le manifestó al diario La Mañana que “no es posible prohibir su participación, desde ningún punto de vista” y advirtió que estos planteos “van a contramano de la historia y de la ampliación de derechos”. Sánchez ratificó “la decisión política de permitir su participación” y aclaró que si otras jurisdicciones “pretenden hacer algún planteo sobre supuestas ventajas deportivas, deberán resolverlo de otra manera y con mucha participación de la ciencia”. Mientras tanto, “defenderemos nuestra posición a favor de la inclusión, con uñas y dientes”, agregó.

Sabrina Guayquil, en tanto, refirió que “Neuquén trabaja la accesibilidad deportiva en todos los aspectos” y comentó que “desde una perspectiva de género aplicamos la Ley Micaela y cumplimos con la paridad, algo que también resultó novedoso, y luego sumamos a los Epade el deporte con discapacidad”. Cuando apareció “el pedido de inclusión de Agostina, evaluamos que tenía derecho a participar y no existían motivos legales ni deportivos para impedírselo. Es una niña con todo el derecho a representar a nuestra provincia”, ratificó.

Legislación vanguardista.

El 1º de diciembre de 2011 se aprobó la Ley de Identidad de Género en Argentina (Ley 26743), que dispone tratar a las personas transgénero según su identidad autopercibida y ordena registrarlas en sus documentos personales con el nombre y género? vivenciados. Además, ordena incluir en el Programa Médico Obligatorio los tratamientos médicos de adecuación y garantiza una cobertura de todas las prácticas en el sistema de salud, público y privado. En sintonía con tendencias actuales, resultó entonces la primera ley en el mundo que no consideraba una patología a la identidad transgénero.

 

Fuente: laarena.com.ar

Loading

Print Friendly, PDF & Email