Podestá: “Integrantes de la comparsa de Cambiemos: Rechazo al Consenso Fiscal, presupuesto y endeudamiento”

por Raúl Podestá 

En las próximas dos semanas los legisladores neuquinos tendremos que debatir, a contra reloj, temas tales como presupuesto 2018, el proyecto de Consenso Fiscal, producto del pacto Nación-provincias, un nuevo endeudamiento provincial y la reforma impositiva. Esto sucede en sintonía con el ritmo marcado por el gobierno nacional, quien envió al Congreso sendos paquetes de reformas laboral, jubilatoria e impositiva.

Los temas propuestos podrían analizarse por separado, sin embargo más allá de la órbita de discusión que tenga cada uno, nacional, provincial o municipal, los unifican elementos comunes que los condicionan entre sí. Significan una señal clara del rumbo marcado y del modelo que impone Cambiemos, acompañado en forma obediente por el Gobernador Omar Gutiérrez, condicionado por una imposibilidad de maniobra, atento a los descalabros financieros, falta de gestión, y la ausencia total de rumbo de su gestión.

A través del pacto Fiscal, Macri y los gobernadores acordaron entre otro temas menores, llevar adelante un ajuste para darle más recursos a la provincia de Buenos Aires; este ajuste lo pagaran los jubilados y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, léase los más frágiles del sistema.

Es evidente que el acompañamiento a este pacto posibilita a Neuquén acceder a un nuevo y acumulativo endeudamiento que no sería permitido de otro modo. Esta irrefutable resignación de derechos por parte de la provincia no tiene como correlato un compromiso formal de resarcimiento para la misma, sino el solo enunciado de un “acompañamiento” por parte del gobierno Nacional. Traducido a un lenguaje sencillo, se necesita en forma urgente un endeudamiento para apagar todos los incendios; Neuquén ha firmado con los ojos cerrados, renunciando frente al poder federal conquistas de las provincias, autonomías y recursos.

Respecto al endeudamiento de la provincia, hay que agregar que se entiende al déficit estructural que padece la misma como un castigo divino, en lugar de plantear estrategias de desarrollo diversificado, apelando consuetudinariamente a la toma de nuevos compromisos financieros, que profundizan el riesgo de colapso futuro.

En cuanto a las reformas laborales, impositivas y jubilatoria, importan otra vez, una batería de medidas que incidirán en la disminución del ingreso de los trabajadores y recortando sus derechos, con el correspondiente beneficio patronal, que implica la maximización de sus ganancias.

Es reconocido por el gobierno nacional el ahorro que representa el nuevo cálculo de actualización de los haberes jubilatorios y de la AUH, en 150.000 millones de pesos, que financiaran el pacto fiscal; dicho de otro modo, una transferencia de recursos de los sectores más frágiles de la sociedad al Estado, para paliar el déficit fiscal.

En el proyecto de Presupuesto 2018 enviado por el Ejecutivo provincial, que no es otra cosa que el programa de gobierno en pesos, queda explicita la realidad de Neuquén con un endeudamiento a tasas altas para sobrellevar el creciente déficit funcional; falta de planificación para cambiar la matriz productiva, y no depender solo de los hidrocarburos y falta de obras de infraestructura, vitales para el desarrollo.

La Constitución provincial establece que las regalías no se pueden destinar a gastos corrientes, sin embargo este gobierno no solo las utiliza para cubrir el déficit funcional, sino que también recurre a continuos endeudamientos al mismo fin. Es decir, además de no orientar las regalías al cambio del perfil productivo de la provincia, ha endeudado a dos o tres generaciones de neuquinos para seguir manteniendo el nivel de gasto corriente, sin planificación ni programa de gobierno.

Este nivel de endeudamiento, sin gestión ni planificación es el camino más corto al colapso de la provincia. Es evidente el deterioro diario en educación, salud y seguridad pública, pilares fundamentales de cualquier sociedad desarrollada.

A lo expuesto se debe sumar que este proyecto de ley de presupuesto, en su articulado dispone delegaciones legislativas al Poder Ejecutivo, acción que reviste gravedad institucional atento a su inconstitucionalidad.

Asumiendo mi responsabilidad como legislador provincial no puedo avalar estas medidas, por lo que no acompañaré con mi voto, un espurio pacto fiscal, un presupuesto que refleja la incapacidad de gestión y un nuevo endeudamiento, sincronizado a la carrera desenfrenada de toma de nueva deuda por parte de la Nación.

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