Sergio “Checho” Arregui y su opinión sobre los premios Arturo Kruuse

checho arregui

Los premios Arturo Kruuse son históricos en nuestra provincia, se trata de la única fiesta del deporte de este territorio que se ha realizado ininterrumpidamente desde su creación allá por 1.989.

Los “Arturo Kruuse” significan mucho para los zapalinos. Son el reconocimiento más importante que alguien que practique deportes puede tener, además es el momento para encontrarse con sus pares; y formar parte de ellos, sea como ternado o ganador de la terma, te catapulta a un lugar de privilegio que será recordado por siempre.

Don Arturo significa mucho para los zapalinos, por algo los premios y hasta un Barrio llevan su nombre. Por algo vemos en el centro de la ciudad una placa que lo recuerda a él y a su gran hazaña ( en ese momento de su vida me quiero detener). Kruuse al subir ese camino de montaña marcha atrás nos demostró que no existen imposibles. Que cuando uno quiere puede. Y nos dejó claro que ante una adversidad debemos agudizar el ingenio y dar todo de nosotros mismos para lograr nuestros objetivos. Al subir ese camino marcha atrás, luego de un desperfecto en su auto, nos dijo que lo imposible “no existe”.

Al parecer los encargados de deportes del municipio zapalino desconocen estos valores que nos dejó el Indio Rubio y por ello los deportistas zapalinos destacados del 2014 recién fueron premiados en marzo de 2015. Y para continuar siendo coherentes en su incapacidad de organizar una celebración, parece que los mejores atletas zapalinos de 2015 recién podrían recibir sus laureles cerca de abril de 2016(con viento a favor).

Algunas fuentes cercanas al sector de deportes del municipio local apuntan a la “falta de presupuesto” como principal causa de la demora. Históricamente los Arturo Kruuse se entregaron en diciembre. Fecha preferida e ideal para este tipo de celebración.

En 2001, en plena crisis económica, los premios se entregaron entre navidad y año nuevo. Fue una celebración modesta, con trofeos y un simple brindis que se llevó a cabo gracias al aporte de comercios locales. Está claro que a los deportistas no les interesa si se hace una cena, un brindis o si le entregan un trofeo, una placa o un viaje al lugar más lindo del mundo. Los deportistas quieren reunirse y ser homenajeados por el laburo del año. Los Arturo se tienen que hacer siempre. Si en 1990 se hicieron en pleno centro en un escenario improvisado.
Está claro que en la actualidad el problema no es la falta de plata, se nota a la legua que es por falta de ideas y ganas.

No es casualidad que se elija ese mes para reunir a los hombres y mujeres más destacados del deporte.
Pues diciembre es el último mes del año y de esa forma todo está más fresco para evaluar. También es una gran carta de presentación para los deportistas ya que les permite salir a buscar sponsors a principio de año y no cuando el año ya está avanzado y a pocos les interesa lo que pasó una temporada atrás.

Podemos agregar que en diciembre, cerca de las Fiestas, los grandes referentes zapalinos que están lejos y jugando en las grandes ligas visitan Zapala para estar con sus familias y de esta manera podrían participar del festejo acompañando a los talentos locales.

Ni hablar del espacio que los Premios ganarían en los medios. La última quincena de diciembre es una época de pocas noticias deportivas, ya todas las competencias están terminadas, por lo que los diarios, radios y canales se desesperarían por publicar los ganadores de los Arturo. Mientras que en marzo (o tal vez en abril) el lugar es escaso debido a que las competencias están en marcha y a ningún medio le resulta atractivo publicar quién fue el mejor del año pasado.

Ojalá que esto cambie, ojalá que por la memoria y el legado de Don Arturo, de una vez por todas los referentes dirigenciales del deporte en Zapala se pongan el mameluco, agarren fuerte el volante y que por más alta que sea la montaña y por más dañada que esté la caja de cambios ( o la caja registradora en este caso), se animen y la encaren. Los Arturo Kruuse deben hacerse siempre. Y lo ideal es que se realicen lo más cerca posible del año en evaluación.

La memoria del Indio Rubio y el esfuerzo de los que entrenan con frío y viento merecen esta reunión sagrada que desde 1989 premio año a año (en diciembre) a nuestros atletas.

Por Sergio “Checho” Arregui”, periodista deportivo 

Loading

Print Friendly, PDF & Email